[ad_1]
La Escuela Taurina de la Diputación de Castellón ha iniciado esta semana la actividad correspondiente al curso 2014, que contará con una reducción del 63% de los gastos internos que se dirigirán a potenciar las clases prácticas y la formación de alumnos. Además, se ha apostado por reforzar la programación de la Escuela Taurina con la introducción del Servicio de Recortadores, que en breve va a comenzar su actividad.
El diputado delegado de la Escuela, José Pons, ha estado presente en la primera cita de la temporada haciendo entrega a los alumnos de un uniforme bordado con el logo de la Diputación y la Escuela Taurina. Pons ha explicado que “Bajo las órdenes del matador de toros y profesor de la Escuela Taurina, Paco Ramos, los jóvenes aspirantes a toreros se han puesto a trabajar con la ilusión de conseguir reeditar éxitos de campañas precedentes. En la parrilla de salida parten como favoritos para llevar el peso específico de la temporada los nombres de Sedano Vázquez, Iván Jiménez o Pablo Román, quienes van a correr con la responsabilidad de hacernos olvidar a Jonathan Varea, que tras su paso por la Escuela Taurina, dará el salto para debutar con picadores en la próxima feria de la Magdalena. Todo ello, sin olvidarnos de los valores más jóvenes como Ramón Fernández o Marcos Andreu, que vienen apretando fuerte”.
El curso práctico de aficionados también se ha puesto en marcha para la presente edición. Todos los interesados en participar pueden acudir todos los viernes a la Plaza de Toros de Castellón en horario de 17 a 19 horas.
Los frutos de la Escuela Taurina
El buen trabajo de la Escuela Taurina de Diputación se está viendo reflejado con la impulsión de nuevos valores. Dos de los frutos de la Escuela Taurina van a participar en la próxima feria de la Magdalena: el burrianense Vicente Soler y el almassorí Jonathan Varea.
Para Jonathan Varea este será el debut con los del castoreño y Vicente Soler correrá con la responsabilidad de refrendar los buenos augurios que dejó en la temporada 2013. Se enfrentarán al difícil reto de despachar una novillada de Prieto de la Cal, una de esas divisas marcada con la vitola de torista.
[ad_2]