La piel seca produce una cantidad insuficiente de sebo, lo que daña la capa protectora de lípidos que la recubre. Esto, a su vez, conduce a la rápida pérdida de agua de las capas más profundas de la piel.
La piel seca está tensa, propensa a la irritación, agrietada y áspera al tacto. Puede causar picazón y ardor. Además, sufre el proceso de envejecimiento más rápido que otros tipos de piel. Por este motivo, requiere una atención especial y un cuidado debidamente seleccionado.
¿Cuáles son las causas de la piel seca?
La piel seca puede deberse a factores genéticos. También puede ser causada por factores externos como bajas y altas temperaturas, fuerte radiación solar, viento y aire seco.
Los cuidados inadecuados, los cosméticos mal seleccionados, a base de jabón o alcohol, o los tratamientos mecánicos invasivos (peelings) pueden agravar los síntomas asociados a la piel seca. También puede verse afectada por una dieta inadecuada, deficiencia de nutrientes, principalmente vitaminas A, C, E y B, y la ingesta de determinados medicamentos. A esto también contribuye una deficiente hidratación del cuerpo.
¿Cómo cuidar la piel seca?
En el cuidado diario, vale la pena cuidar una adecuada hidratación, nutrición y eliminación de las causas de la piel seca.
La piel seca puede ser delicada, delgada y se irrita fácilmente. Límpialo a fondo con cosméticos debidamente seleccionados que no contengan jabón ni alcohol etílico.
En su lugar, elige leches, emulsiones, fluidos micelares y tónicos destinados a la piel seca.
Realiza una exfoliación con enzimas una vez a la semana, luego aplica una mascarilla nutritiva o hidratante en tu rostro.
Elige cosméticos que mantengan el agua en las capas de la piel y eviten la deshidratación. Utiliza humectantes, que en su composición son aminoácidos y urea, colágeno, ácido hialurónico y ácido láctico.
No olvides lubricar tu piel. En este caso, opta por preparaciones que ayuden a regenerar su capa lipídica y la protejan contra una mayor pérdida excesiva de humedad. Deben contener ingredientes como ceramidas, aceites vegetales o emolientes .
Por otra parte, debes evitar los peelings mecánicos , que además pueden irritar la epidermis. No te laves la cara con agua clorada, ni con jabón ni cosméticos que contengan alcohol. Y tampoco te frotes la cara con la toalla, en su lugar presiona ligeramente para eliminar el exceso de agua.