Cuando queremos transportarnos en una ciudad o pueblo, tenemos una gran variedad de opciones.  A pesar de que el metro y el coche los usamos con frecuencia, a veces hay horas donde el tráfico y el aparcamiento pueden volverse un problema.

Los transportes alternativos, por su parte, abarcan una gran variedad de ventajas y capacidades. Desde ser amigables con el medio ambiente hasta ayudarnos a hacer ejercicio, además de ser ideales para desplazarse en zonas aledañas.

Las bicicletas eléctricas forman parte de estas opciones alternativas. Veamos sus ventajas y por qué han ganado popularidad dentro de la ciudad.

¿Qué es una e bike?

Las e-bike son bicicletas que te asisten al pedalear. Están construidas con un motor, ubicado por lo general en la zona del pedaleo. Cabe aclarar que no vienen incorporadas con un acelerador, así que la fuerza del motor será proporcional al pedaleo que nosotros empleemos en la bicicleta.

Este motor se encargará de dar asistencia adicional proporcional al pedaleo, no de sustituirlo. En otras palabras, no va a funcionar si el ciclista no pedalea, y la asistencia será mayor a medida que lo sea el esfuerzo del usuario.

Eso sí, esto tiene un límite: a partir de los 25 Km/h, el motor dejará de asistirnos y la fuerza que usemos de ahí adelante será totalmente dada por nosotros.

¿Qué ventajas nos ofrece una bicicleta eléctrica?

Escoger una e bike debe ser una decisión que cualquier persona en algún momento de su vida debería considerar. Su gran abanico de ventajas resultan atractivas para el público general, y se pueden resumir en:

• Amigables con el medio ambiente. Esta alternativa se vuelve ideal si quieres proteger y cuidar el planeta. Aunque tenga un motor, no emite ningún tipo de contaminante nocivo para el ambiente.
• Precios asequibles. Podemos encontrar precios que van desde los 900 euros, un coste factible si consideramos los beneficios.
• Hacer ejercicio. Si bien requieren menos esfuerzo de nuestra parte, es una buena forma accesible de practicar bici. Además, funcionan igual que una bicicleta tradicional, dependiendo del modo que utilicemos.
• Ideal para cualquier edad. Son productos seguros, por lo que incluso los niños están capacitados para usarlas, con mayor o menor supervisión según su edad.
• Mantenimiento barato. Ir una o dos veces al año para mantenimiento es más que suficiente para asegurar su correcto funcionamiento, y los recambios no son costosos. Además, su batería deberá cambiarse cada 7 años o más.
• Rápida y eficiente en ciudades. La bicicleta eléctrica evitar tener que lidiar con el tráfico característico de las grandes ciudades. Y es muy fácil de aparcar.

El otro factor a considerar es justamente que son eléctricas, pero no siempre tienen que estar cargadas para funcionar. La duración de la batería varía según los años de uso, la capacidad y la potencia que se haya utilizado. A pesar de ser un factor importante, quizás no sea decisivo en algunos casos si se va utilizar con frecuencia sin el motor encendido.

Por otro lado, la variedad de bicicletas eléctricas es muy interesante.

Las bicicletas eléctricas montañeras tienen ruedas y diseño perfecto para deportes de alta densidad, además de cumplir con su función de ayudar a subir laderas con menor esfuerzo. Mantienen el agarre de una bicicleta tradicional, así que son cómodas para aquellos que están acostumbrados a ir en bici por los suelos de la ciudad.

Mientras, las velo electrique pliant son plegables para facilitar el transporte y guardado. Son una muy buena opción para pisos pequeños, coches de 3 o 4 puertas, o simplemente para llevarlas en metro con frecuencia.

Al final, las bicicletas eléctricas cumplen con una gran variedad de características y ventajas que las posicionan como de las mejores opciones al momento de transportarnos.