24. noviembre de 2021 . La portavoz del GPP, Mª José Catalá, ha pedido hoy la retirada de la enmienda que criminaliza el trabajo de ginecólogos y matronas en el parto y lo quiere elevar a violencia de género.

Catalá ha manifestado que “desde el GPP queremos manifestar nuestro apoyo y respaldo a los profesionales sanitarios. No puede ser que a las mismas personas que salíamos a aplaudir a los balcones hoy los demonicemos y sobre todo entendamos que con su trabajo y con su profesión están desarrollando algún tipo de violencia sobre las mujeres”.

“No a esta iniciativa y si a respaldar a los profesionales de la sanidad. Yo creo que el 25 N y la violencia contra las mujeres es un debate mucho más serio. Es una lacra que tendremos que erradicar y no podemos enmarañar esta cuestión con este tipo de iniciativas que son ofensivas para los profesionales sanitarios que intervienen en un proceso tan bonito, tan complicado y tan duro como es un parto”.

En este sentido, la portavoz del GPP ha calificado esta enmienda de “indignante. Me parece que desde luego hemos visto cosas que se han pasado de castaño oscuro en estas cortes, pero esto ya es demasiado”.

“Nuestro apoyo a todos los médicos, a todos los ginecólogos, a todos los obstetras, a todas las matronas y a todas las personas que asisten partos de manera profesional. Les diré que, como madre reciente me parece indignante que cuestionemos a estos profesionales y elevemos a categoría de violencia de género una cuestión que en muchos casos puede ser salvar la vida de un niño, o de la madre”, ha asegurado Catalá.

Así, la portavoz del GPP ha afirmado que lamenta que “el PSPV haya firmado esa enmienda y todavía es más grave que el PSPV que gobierna la Generalitat Valenciana, y que tienen la titularidad de la Conselleria de Sanidad no defienda a sus profesionales”.

Por su parte, la portavoz adjunta del GPP, Elena Bastidas ha manifestado hoy en el pleno de Les Corts, que en esta cuestión “hay más de ideología que de rigor científico” y ha asegurado que “empatizamos con quienes hayan sufrido alguna mala praxis y podríamos instar a que haya una mayor participación de la mujer embarazada en el parto.

“Pero no vamos a consentir que intentar criminalizar a los sanitarios presuponiendo intencionalidad de crear daño utilizando el término de Violencia Obstetricia elevándolo a Violencia de Géner. Ahí, no nos van a encontrar”.